¿Vale la pena cambiar a Windows 8?
Cuando surge alguna innovación de Microsoft, todo el mundo está expectante por saber si es algo más o menos útil o una gran chapuza. La aparición de Windows 8 pretendía dar una imagen moderna, presentándonos una interfaz (METRO) parecida a la de los sistemas operativos Android para poder manejarnos con pantalla táctil, al igual que lo haríamos en un tablet o un móvil.
Entre las muchas funcionalidades que ofrece, están las aplicaciones de Windows 8 en las que puedes leer tu correo, mirar noticias, ver imágenes, los feeds de los blogs que leemos y otras muchas cosas. Con la salvedad de que mucha gente no se acaba de acostumbrar y vuelve al escritorio de toda la vida (sobre todo si no tienes una pantalla táctil), podrías preguntarte si vale la pena pasarte a Windows 8. No quiero liarme mucho con detalles técnicos, así que te daré algunas pinceladas.
Windows 8: características
Windows 8 poseen algunas funcionalidades que lo hacen llamativo, principalmente para uso doméstico, pero también si eres «muy online» y te sientes cómodo con este tipo de interfaz. En otro caso, si eres de los que se maneja bien con comandos de escritorio, Windows 8 también te permite hacerlo de esta manera, ya que muchas personas le ven problemas de usabilidad con el ratón (resulta poco intuitivo y es difícil encontrar las cosas).
En lo que se refiere a memoria RAM, los requisitos de hardware son 1 GB (igual que en Windows Vista), aunque consume menos que éste (280 MB, frente a los 500 MB que te quitaba aquél) y es un tanto parecido a Windows 7 aunque algo mejorado. En ese sentido siempre es recomendable tener más RAM de los «requisitos mínimos», ya que luego es lógico que el ordenador vaya lento sólo por los recursos que consume el sistema operativo.
En cuanto a la seguridad del sistema, Windows 8 ha implantando algunas mejoras de seguridad para protegerse de aplicaciones maliciosas, aunque no deja de tener sus vulnerabilidades. Con todo, sea cual sea el OS que utilicemos, siempre es recomendable instalar un buen antivirus como ESED Nod 32, descargarse el Firefox o Google Chrome y no utilizar nunca Internet Explorer.
¿Cambiar a Windows 8, sí o no?
Depende del sistema operativo que tengas instalado en los equipos que estés usando. Si es un Windows Vista, no lo dudaría. Dos de los principales criterios para elegir un sistema operativo que considero importantes son la usabilidad y la velocidad. Si no te gusta Windows 7, ni quieres pasarte a Ubuntu (un software libre bastante más recomendable que cualquiera de Windows), Windows 8 puede serte útil si tienes un buen ordenador con 2 GB de RAM o más y seguro te va a ocupar menos que un Windows 7.
Entonces, ¿vale la pena pasarse a Windows 8? Sí, pero bajo unas condiciones y sabiendo bien lo que haces. Con todo, a menos que quieras comprarte una pantalla táctil, te recomiendo que uses la interfaz más tradicional de Windows y dejes METRO para cosas más lúdicas.
Ahora bien, ten en cuenta que el proceso de cambiar un sistema operativo lleva una tarde o dos en la que vas a tener parado el PC y tendrás que grabar todos tus archivos. Te recomiendo que si no sueles trabajar con un backup online hagas uno lo antes posible para este tipo de situaciones.
¿Y tú, piensas que vale la pena pasarse a Windows 8? ¿Con qué sistema operativo te quedas? Deja tu opinión en los comentarios.